La concepción de partido político como medio aglutinador de masas sociales nace en el siglo XX y se desarrolla exponencialmente con el auge de los grandes conglomerados audiovisuales a finales del mismo siglo. Esta concepción de en cierto modo “hooliganismo político” no se daba anteriormente.
En el siglo XIX los partidos políticos eran aglutinados por ciertas figuras intelectuales, militares y, a finales del mismo siglo, sindicatos anarquistas y obreros. Ciertamente el primer origen de partido político moderno lo tenemos en el PSOE de Pablo Iglesias, muy distinto claro está al actual, pues tenía una línea ideológica marxista. Los dos grandes partidos, moderado y liberal, no eran sino unos entes artificiales sin verdadero apoyo popular y a cuyos líderes, Cánovas y Sagasta, no se les puede considerar realmente “líderes de masas”.
Actualmente parece que todo ha cambiado. Hay verdadera democracia, libertad de voto, y la hay, pero condicionado. En el fondo es lo mismo, canovismo. Para que se comprendan las similitudes he hecho este breve repaso histórico del origen del problema. Véase que anteriormente ganaban ambos partidos (turnándose convenientemente en el poder) con procesos poco éticos como el pucherazo y el caciquismo. Ahora eso no se da, pero el resultado es el mismo,…. ¿por qué? En primer lugar porque el cacique no es un ente físico, es un ente intelectual al que ya se ha hecho referencia. Los medios de comunicación de masas, que alterando su visión netamente informativa mezclándola con la propagandística, consiguen inculcar en el ciudadano la idea de voto útil. Esta idea cala en el pueblo, que en un fenómeno asociativo característico de la posmodernidad, se polariza en torno a uno de los dos grandes partidos. Estos dos grandes partidos son vistos como algo inherentes a su propio ser, todo lo que dañe al partido no es válido ni digno de tener en cuenta. En el actual individualismo que asola la sociedad es necesario sentirse parte de algo, esto beneficia al proceso.
Otros actores políticos con mínima relevancia: nacionalistas, Izquierda Unida y UPyD. El resto de partidos no cuenta, o lo hace de modo residual. La espiral del silencio ya anunciada por Neummann, y consistente en la supeditación de la opinión propia a la del colectivo, contribuye ya no solo en España, si no en toda Europa a crear un ambiente donde el voto útil, el clientelismo político, el “hooliganismo”, la espectacularización de la política son el leitmotiv del funcionamiento político.
No quería además acabar sin señalar la gran influencia de los conglomerados empresariales. Estos conglomerados delimitan la política. Es un proceso de retroalimentación, la política mueve al conglomerado, el conglomerado mueve la política. Los medios de masas controlados por estos conglomerados son la causa primera del alienamiento político de la sociedad actual.
Como ya se ha dicho, nosotros somos el Partido Alternativa. ¿Qué es el Partido Alternativa? Un partido que quiere traer una verdadera democracia representativa al pueblo español. Un partido que luchará por el verdadero progreso democrático español, por lograr la mejora social del país. Que luchará por su pueblo, por aquel que quiera que lo hagamos. Como ya dice el lema “Representamos a aquellos que crean que les representamos, ni más ni menos”. Mediante el consenso y el pluripartidismo es hora de que lideremos una verdadera democracia que sea fuente de inspiración para toda Europa. Miremos al futuro, olvidemos los odios, progresemos.
El lector no debe olvidar que suya es la palabra, suyo es el voto. Que examine su conciencia y vote en lo que crea, sin condicionamientos ni artificiales ideas del voto útil. Con este fin de que examine su conciencia he hecho este repaso acerca de las influencias y el determinismo que tiene el ciudadano a la hora de votar. La realidad actual es la que hay, un presidente sin verdadero apoyo popular y un líder opositor que si va a ganar es por deméritos del primero. Triste panorama. Por esto mismo pido el apoyo, no ya un apoyo exclusivamente para nosotros, si no un apoyo frente al bipartidismo que asola nuestro panorama político y nos impide progresar social, económica y políticamente
El hidalgo filósofo.
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